La escapatoria de la muerte rápida a la muerta lenta explica el estado de los refugiados atrapados detrás de las alambradas provistas de púas en la frontera entre Grecia y Macedonia en los Balcanes.
- Perdón Europa, nuestros hijos merecen vivir una vida digna en el nombre de la humanidad y de la vida.

Docenas de nuestros hijos mueren a causa de la gravedad de las enfermedades infecciosasDocenas de nuestros hijos mueren a causa de la gravedad de las enfermedades infecciosas, la falta de alimentación, el miserable clima, el frío intenso en tierras que no tienen vida. En medio de un pozo de barro y mármol, juegan y cantan melodías de la libertad y gritan:
- salvadnos, somos niños.
   
La vida de los refugiados se ha convertido en vida primitiva. No disponen de lugar, excepto estas tiendas de campaña, no tienen ropa para cubrirse, techo para protegerse, electricidad que ilumine su oscuridad, gas que les permita preparar las comidas diarias.  La situación es desesperante y la crisis humanitaria se agrava.

Algunos duermen hambrientos porque no encuentran nada para calmar su hambre y la de sus familiares.Algunos duermen hambrientos porque no encuentran nada para calmar su hambre y la de sus familiares. Mientras que otros se ganan la vida con habilidades manuales; haciendo de peluqueros o dedicándose al comercio básico que hacen circular entre ellos.

La espera se ha vuelto irritante en la frontera, y su futuro está a un paso adelante, pero no pueden llegar a el. Quieren alejarse del pasado, que han dejado atrás, de las guerras, del asesinato y de la destrucción, deseando que se les abra el camino que tienen adelante, pero la esperanza se disminuye, después del cierre de la frontera en la cara de los refugiados, atrapados en la frontera entre Grecia y Macedonia, encadenados con cadenas y alambradas de púa.

Traducción: Zineb Fadil